El otro día recibí un mensaje en mi cuenta de Instagram que decía:
Y, como me encanta analizar y responder este tipo de preguntas, aquí está mi respuesta.
Instagram es mucho más que solo una plataforma social. Para los emprendedores, encargados de marketing y dueños de negocios, es un campo de batalla competitivo. Cada vez más, las métricas como “likes”, “guardados”, “compartidos” y “comentarios” juegan un papel clave en la percepción del éxito y el rendimiento de las publicaciones, y no solo para los que observan desde fuera, sino también para quienes están dentro del negocio. Muchas veces he escuchado a clientes preocuparse porque los “likes” han bajado o porque la competencia tiene más interacción. Sin embargo, la decisión de mantener estas métricas visibles para el público tiene sus pros y contras.
Mantener las métricas visibles: Ventajas para el usuario digital
Mantener las métricas públicas genera un impacto positivo e inmediato en la percepción del cliente. Los usuarios confían más en las marcas, productos y servicios que muestran altos niveles de interacción, encontrando en otros usuarios la validación que tanto necesitan antes de tomar una decisión. En muchas ocasiones he comentado que métricas como “guardados” o “compartidos” son las más valoradas en términos de engagement, ya que representan un valor real en la publicación que estamos compartiendo.
¿Cuáles son los beneficios?
- Son una señal de seguridad: Brindan información clara al usuario.
- Influyen en la decisión de compra: Ayudan a clientes indecisos o con procesos de compra más largos.
- Son una prueba social tangible: Generan el efecto rebaño, donde muchos siguen lo que otros hacen o recomiendan.
- Generan más oportunidades de venta: Y, por ende, rentabilizan el canal social.
Ahora, veamos el otro lado de la moneda…
Mantener las métricas ocultas: Exposición a los competidores
Como vimos anteriormente, las métricas visibles pueden beneficiar a los clientes, pero no podemos ignorar el hecho de que también pueden representar un riesgo competitivo para los negocios. Al permitir que las métricas sean públicas, los competidores inteligentes pueden aprovechar la información para conocer de manera casi exacta qué productos o publicaciones están generando más interés.
Al analizar métricas como “guardados” y “compartidos”, los competidores podrían utilizar esta información para identificar oportunidades de mercado y crear ofertas más agresivas o competitivas. Podrían lanzar promociones atractivas de ese mismo tipo de producto y robarte tu cuota del mercado. Por eso, considero que hay métricas que deben mantenerse privadas para ser utilizadas estratégicamente y así evitar ser más vulnerables ante la competencia.
Algunos consejos que pueden ayudarte:
No sugiero que la solución sea esconder todas las métricas, sino gestionar inteligentemente cuáles son visibles y cuáles no. Aquí algunos consejos útiles:
- Oculta las métricas estratégicas: Si tienes productos que están funcionando extremadamente bien y no quieres que la competencia lo note, considera ocultar métricas como “guardados” y “compartidos” en esas publicaciones clave. Puedes dejar visibles los “likes” o comentarios para no perder la prueba social.
- Diversifica el contenido: Si tu estrategia de contenido se basa en varios tipos de publicaciones, será más difícil para tus competidores identificar un patrón claro.
- Usa campañas de corto plazo: Las promociones y lanzamientos flash pueden ser más difíciles de rastrear para la competencia si son de duración limitada.
- Mantén tu estrategia flexible: Esto te ayudará a analizar el impacto de las publicaciones de tus competidores y a diseñar estrategias que te permitan obtener mejores resultados.
- Aprovecha la oportunidad de interacción directa: Si las métricas son públicas, utiliza esa transparencia para interactuar de forma proactiva con los clientes en los comentarios o mediante mensajes directos.
Este es uno de esos dilemas en los que no hay un camino correcto o incorrecto. Todo depende de las necesidades del negocio, del mercado y del nivel de competencia. Al final, se trata de encontrar un equilibrio. Por un lado, puedes aprovechar la visibilidad para construir confianza con tu audiencia y guiar a los clientes hacia decisiones más informadas. Por otro, es crucial ser consciente de la información que estás compartiendo con tus competidores y cómo podrían utilizarla en tu contra.
La clave está en mantener un enfoque estratégico y analizar qué es lo que mejor funciona para tu marca.
